Cada vez más, nos enfrentamos a la escasez de aguas subterráneas, por un lado, y a las inundaciones, por otro, debido a que el agua no puede filtrarse en el subsuelo a causa del aumento de la pavimentación (hormigón, baldosas, adoquin, etc.). Por ello, Flandes cuenta desde el 1 de enero de 2014 con una legislación más estricta en materia de aguas pluviales; hay que recoger el agua de lluvia/lluvia en una cisterna o dejar que se filtre al suelo. Las rejillas para cesped y las rejillas para grava garantizan la obtención de un pavimento permeable, que permite que el agua se filtre fácilmente en el suelo. Así se evitará tanto la escasez de aguas subterráneas como las inundaciones sin tener que invertir en un costoso sistema de drenaje. De este modo, reducimos nuestra huella ecológica y evitamos el empobrecimiento del biotopo natural.