Cualquier pavimento, ya sean rejillas para grava, rejillas para cesped, adoquin, baldosas o madera, requiere siempre un mantenimiento -mínimo-. Con las rejillas para grava ECCOgravel, este mantenimiento es limitado. Podemos dividirlo en cuatro grupos:

CAPA SUPERIOR

Dependiendo de la intensidad del tráfico y del uso del pavimento, es conveniente realizar inspecciones esporádicas. En los lugares donde la estructura alveolar queda al descubierto, conviene volver a cubrirla.

CUCHILLAS

Preferiblemente una vez al año, retire las hojas rastrillándolas, soplándolas o aspirándolas. Las pruebas han demostrado que la fracción mínima de la grava no debe ser inferior a 4 mm si se quiere evitar la atomización de la grava.

TIERRA | ABONO

Si entra tierra o abono en el pavimento, lo mejor es retirarlo con una pala hasta la estructura de panal. Una nueva capa de grava (± 1 cm) sobre la estructura alveolar es suficiente para volver a tener un pavimento perfecto. La tierra o el abono vertidos entre los huecos de la estructura alveolar no tienen ningún efecto sobre la permeabilidad al agua.

MALAS HIERBAS

Tenga en cuenta lo siguiente para evitar el crecimiento de malas hierbas.

  • No utilice gravas de alta porosidad.
    Alta porosidad = larga retención de agua = más malas hierbas.
  • No utilice grava con alto contenido en cal, ya que favorece el crecimiento de malas hierbas.
  • Haga un estuche de cimentación sin ingredientes nutritivos y que escurra el agua sin problemas.

El geotextil (tejido antiraíces) situado en la parte inferior de las rejillas de grava ECCOgravel dificulta el crecimiento de las malas hierbas restantes (procedentes de semillas ya presentes inicialmente en el suelo).
Las malas hierbas pueden retirarse fácilmente a mano, ya que las raíces se concentran en la estructura de panal. También es posible la eliminación con aire caliente o quemadores. Estas soluciones son preferibles a los herbicidas químicos.