La grava de los panales forma una superficie rugosa sobre la que se acumula la grava suelta. Como resultado, la capa superior sólo se desplazará mínimamente. Al cubrir los panales con una capa de grava, no sólo se consigue el efecto más estético, sino que además los panales reciben la máxima protección. Sin embargo, esta capa superior no debe ser demasiado gruesa, ya que de lo contrario se perdería el efecto de estabilización de la grava. Lo ideal es que la capa superior sea de 1-2 cm.